Con el Príncipe George como principal embajador, la diseñadora Rachel Riley se ha alzado con la soberanía de la moda infantil británica. Creada en 1994, su firma epónima hace un despliegue de nostalgia y delicadeza en unos diseños en los que lazos, volantes y puntillas se adueñan de siluetas clásicas que jamás pasarán de moda. Con una inconfundible estética retro, estampados de ecos vintage, bordados artesanales y bellos dibujos cobran vida en unas prendas que demuestran que la tradición no está reñida con la diversión.
Con unas colecciones para niña, niño y bebé que traen al presente la estética de los 40, 50 y 60, la diseñadora británica Rachel Riley se ha alzado con la corona de la moda infantil. Caracterizadas por bordados a mano, dibujos de inspiración retro, puntillas y volantes, sus encantadoras prendas son, además, pura diversión.