La estética de Casablanca es tan única como la visión de su fundador, Charaf Tajer. Con base en París, Tajer diseña objetos de deseo para el epítome del bonvivant mediterráneo, y eleva como nadie prendas de estilo deportivo y corte casual a estatus de culto.



Sus colecciones se definen por una paleta que navega entre colores vibrantes, pastel y terracota, propios del norte de África, así como por los estampados kitsch y decadentes que forman parte del universo de la firma. En Casablanca, el lujo se vive día a día.