Manolo Blahnik fundó su firma homónima en 1970, tras adquirir su primera boutique en Chelsea, Londres. Nacido en la isla de La Palma, Blahnik trabajó como fotógrafo antes de introducirse en el mundo de la moda, siendo la editora de Vogue Diana Vreeland quien lo animó a diseñar su primer par de zapatos.

Conocidos por su estilo original y creativo, sin perder su carácter atemporal, los zapatos de Manolo Blahnik son los favoritos de los perfeccionistas. El diseñador continúa dibujando cada modelo, manteniendo una estrecha relación con los artesanos italianos, eligiendo los materiales y supervisando el desarrollo de los clásicos permanentes y los iconos de siempre.