Isabel Marant prueba cada prenda y accesorio que se confecciona en su atelier en su día a día y solo si superan su filtro pasan a formar parte de su próxima colección. ¿El resultado? Prendas sencillas y fáciles de llevar, envueltas de allure parisino e irresistible encanto bohemio.
Su primer desfile tuvo lugar en 1995 en un patio de un edificio abandonado con sus amigas como modelos, y desde entonces, nada ha cambiado. Con una trayectoria de más de 20 años, y habiéndose convertido en un fenómeno global, la firma continúa manteniendo su espíritu bohemio y carácter vanguardista intactos.