La marca homónima de Emilia Wickstead se ha ganado el aclamo de la alta sociedad británica desde su lanzamiento en 2008. Tras curtirse en la Central Saint Martins, fueron los años que pasó en Milán con su madre, también diseñadora, los que definieron su imaginario y la ayudaron a alzar su propia voz en la moda.
Con tal background, la creadora neocelandesa hace reconocible sus diseños con tejidos suntuosos y una paleta caleidoscópica que baña siluetas que rezuman feminidad y elegancia. Atemporales pero muy en sincronía con el ahora, sus modelos hacen uso de estampados desarrollados desde la propia firma, creando un halo de exclusividad.